VUELTA A NATACIÓN Y SALTO

VENCEDORES

Los norteamericanos han sobresalido siempre en natación Olímpica y también en saltos. En los años 1920, Johnny Weismuller fue el rey supremo, consiguiendo medallas de oro en las pruebas de estilo libres. Posteriormente llegó a ser un ídolo cinematográfico legendario personificando a TARZAN. La fuerza de los Australianos en los Juegos del Mebourne de 1956, en que pusieron en peligro la supremacía norteamericana, fue el principio de una larga rivalidad entre estos dos países. La veloz australiana Dawn Fraser, conquistó los 100 m. estilo libre por tercera vez consecutiva en 1964, lo cual constituye un récord para cualquier prueba de natación. Otro australiano, Murray Rose, obtuvo cuatro medallas de oro en 1956 y 1960. El norteamericano Don Schollander fue extraordinario al conquistar cuatro oros en unos Juegos (1964) y añadió un quinto en 1968, antes de que Mark Spitz apareciera para dejar sus extraordinarios récords en 1972.

Los récords del mundo se rompían continuamente y los mejores nadadores parecían ser cada vez más jóvenes, especialmente las féminas. La americana Debbie Meyer conquistó tres medallas de oro en estilo libre en 1968, pero se eclipsó antes de poder defender sus títulos, siendo todavía una adolescente. Shane Gould fue la estrella de los Juegos que siguieron (en natación), pero esto marcó el fin de una era. Roland Matthes en espalda, conquistó cuatro medallas de oro en dos Juegos, pero posteriormente las féminas de Alemania Oriental dominaron las pruebas de natación en 1976. Comandadas por la extraordinaria Kornelia Ender, vencieron en once de las trece pruebas. No obstante, los norteamericanos demostraron no tener rival en masculinos. Únicamente el británico David Wilkie, en 200 m. brazas, evitó que estos coparan todas las clasificaciones.