LA CONFIRMACIÓN ESPAÑOLA
España afrontaba un reto difícil: igualar las 22 medallas conseguidas en Barcelona con el público a favor. Fueron 17, suficientes para consolidar al equipo español en el decimotercer puesto del medallero. A las reseñadas se unieron el recital de Miguel Induráin y Abraham Olano en ciclismo contrarreloj —oro y plata respectivamente, y por primera vez dos españoles en el podio de la misma prueba—; oro en waterpolo; plata en hockey masculino, y bronce en balonmano, además de tres medallas en tenis (plata de Sergi Bruguera, plata de Arantxa Sánchez Vicario y bronce de Arantxa y Conchita Martínez en el doble femenino); bronce en balonmano masculino.
La tradición española en la vela aportó dos títulos (Ballester y León en Tornado y Zabell y Vía Dufresne en 470), el judo cosechó tres medallas (plata para Ernesto Pérez y bronce para Isabel Fernández y Yolanda Soler) y la gimnasia tuvo sabor agridulce: Jesús Carballo se cayó de la barra fija cuando tenía el oro en la mano, y el equipo femenino de rítmica conquistó su primer título olímpico.