CLAUSURA
Normalmente, la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos es más breve que la de apertura y siempre es algo muy emocionante, tanto para los atletas que han tomado parte, como para los espectadores.
En Melbourne (1956) y sugerido por un estudiante chino, todos los participantes desfilaron, por primera vez, juntos. Esta tradición ha continuado y la pista se llena con chicos y chicas de todos los países, vencedores y vencidos, en fraternal mescolanza, cantando, riendo y abrazándose espontáneamente.

Las banderas de Grecia, la del país organizador y la del próximo donde se celebrarán los Juegos, son honradas a los acordes de sus respectivos himnos nacionales.